Nuestra historia
Love, Passion and Colombian Heart

Latin Manna
Siendo una persona apasionada e incansable por lo que hace para lograr los sueños y metas, las cuales me motivan a superar las dificultades de la vida y actuar en vez de rendirme, esto fue lo que me impulsó a la creación de Latin Manna.
En mi País Colombia hice mi labor como docente durante un largo tiempo. Al llegar a casa siempre disfrutaba de un plato de deliciosa comida colombiana, esto no podía faltar en la mesa. Los días seguían inspirados siempre por levantarme y ayudar a alguien, ya que un compromiso social siempre estaba ahí presente en mis labores cotidianas, como también el avanzar en el conocimiento. Fue así como un día decidí emigrar a Australia para estudiar inglés, lo cual no fue fácil, llegando al País y habiendo iniciado con mis estudios, pasado el tiempo, extrañaba sentir el olor delicioso de un plato de comida colombiana.Upon arriving in the country and starting my studies, after some time, I began to miss the delicious smell of Colombian food.
Pensaba cuantos más estarán añorando ese delicioso menú de las mañanas de una deliciosa arepa con chocolate, las tardes un sancocho de gallina y las noches acompañadas de tamal valluno, una bandeja paisa, recordaba esas recetas, que eran tradicionales en mi país las cuales tenía presente, pero sobre todo las empanadas.
Por esto en una oportunidad ayudé a una compañera que sin poder laborar requería un bien para el pago de su renta, y apliqué la receta aprendida desde niña por mamá, quien se tomaba el tiempo de enseñarme el paso a paso y acompañarla a venderlas. Mientras realizaba la fina masa con harina, preparaba la papa, la carne y el olor delicioso se mezclaba, recordaba la forma que a la final mamá les daba, Sin olvidar aquellas palabras de mamá “en la vida hay que aprender de todo, porque nunca sabemos en qué momento lo necesitábamos” así que en mi memoria las tenía muy grabadas.
Al terminar muy feliz de haber apoyado a alguien que lo requería, decidimos publicarlo a nuestros contactos. ¡El sabor gusto tanto que uno de nuestros clientes nos dio apoyo para trabajar vendiendo las deliciosas empanadas en un PUB, fue así como iniciamos la idea con el apoyo de este cliente; y ahora la idea, se estaba convirtiendo en un emprendimiento, a lo cual no tardamos en comprar nuestros primeros uniformes y utensilios de cocina, había que iniciar, era la oportunidad!. Al tiempo esto se sumaron otras recetas tales como las deliciosas arepas de huevo y papas rellenas, que conectaban a la gente Colombiana con el sabor y su cultura. Buscaba siempre adicionar una receta que permitiera al cliente encontrar un agradable sabor diferente, los cuales coincidían en que tenían un sabor delicioso. Al poco tiempo empezaron a solicitar empanadas para reuniones sociales, y querían también compartir a otras personas de otras nacionalidades, degustarán el agradable sabor de la gastronomía colombiana. El delicioso sabor seguía creciendo y me abrió puertas en un restaurante a lo cual su propietario quería ofrecer a sus comensales las deliciosas empanadas que elaboraba, así que me traslade del PUB al nuevo lugar, en el cual no solo vendí empanadas sino que también se me ofreció la oportunidad de iniciar con la preparación de diferentes platos, era mi primera vez laborando como cocinera, lo cual, era un gran reto debido a que dependía mucho el buen sabor, lo delicioso que debía quedar cada alimento y que las personas degustaran un agradable plato. Esto me llevo nuevamente a remontarme a mi infancia, en la cual no solo mi madre me enseñó a hacer empanadas, sino también diversas recetas
De mi madre aprendí a preparar platos que nunca había probado durante mis años de docencia en Colombia. Ahora, entre recuerdos y horas de revisión de recetas, preparaba con confianza estos platos y la gente los disfrutaba y salía satisfecha. A medida que pasaba el tiempo, seguí perfeccionando mis habilidades culinarias. Los clientes experimentaban los verdaderos sabores de la cocina colombiana, lo que les traía felicidad. La práctica constante ayudó a solidificar las recetas y, cada año, aplicaba los secretos culinarios aprendidos de las recetas de empanadas de mi madre para deleitar a los clientes.
¡Un día para un 31 de diciembre, lejos de mi País, recordé una tradición familiar que hacía mi abuela y era preparar un sabroso sancocho para todos, y dije: voy a hacer lo mismo! Voy a invitar a todo el que quiera venir y les haré un delicioso sancocho trifásico. Fue una gran sorpresa, el apartamento se llenó, entraba y salía gente feliz comiendo sancocho gratis, todavía tengo clientes que recuerdan ese primer sancocho que los hizo sentir como en casa.
El costo era alto, lo cual dificultaba el sostenimiento del Staff, pero me motivaba ver felices a los clientes cuando llegaban a probar la Comida Colombiana. En Colombia tenemos una frase y es “no hay mal que por bien no venga”, al poco tiempo hurtaron el carro el cual estaba cargado de alimentos que usaba para preparar los alimentos, la materia prima que tenía en ese entonces ya no estaba, lo cual aunque parecía que todo terminaba, utilicé el seguro que recibí del carro y tomé de nuevo el léase de uno de los restaurantes en los cuales había estado antes, dónde duré tres años, después de este tiempo me pidieron el local, esto intento desmotivarme, por un momento pensé en desistir del restaurante, pero un cliente Australiano que conocía la importancia del trabajo, me instó a continuar y me ayudo a buscar un nuevo local y sabes cuál es ese local?....Si es en el que estás tú ahora, conociendo esta gran aventura de esfuerzo, dedicación y por supuesto degustando de estos deliciosos menús que siempre tenemos para ti!.
Este lugar que la mayoría de nuestros clientes aman, se sienten felices, conectados con su cultura, describiendo nuestra comida con una sola palabra “deliciosa”, aquí lloran y lloramos muchas veces de emociones al sentir que después de tantos años fuera de su país al otro lado del mundo encuentran una sazón verdaderamente colombiana que los hace sentir como en casa, todo esto gracias a Dios y a esa sazón aprendida en casa con los secretos de mama quien fue mi mentora en mis principios gastronómicos ancestrales.
Mana, que dentro de sus significados es una comida rica y deliciosa, que Dios le dio al pueblo de Israel cuando tuvieron hambre en el desierto; creo firmemente que la comida colombiana y latina es muy deliciosa y al otro lado del mundo, después de mucho tiempo sin probarla, en este desierto de la vida, nos sabe a Manna, creemos no solo alimenta el cuerpo si no también el alma, por eso en Latin Manna trabajamos día a día para hacer feliz a nuestros clientes, conectándolos con su casa y con la cultura colombiana a través de la comida. Esa bendición que Dios me dió del cielo para compartir con todos los australianos, colombianos y toda la hermosa diversidad cultural que tiene este hermoso país.
Termino mi historia diciéndoles que aquí hay alimento para el alma.